Hemos podido escuchar en los últimos
días las expresiones de los hombres en el poder declaraciones cada vez más
amenazantes. Quiero pensar que esto sucede quizá porque los problemas económicos del país son cada vez más graves o
porque el riesgo de una rebelión popular toma tintes cada vez más preocupantes.
Desde Gobernación amenazan a los movimientos
sociales y hay que tomarlos en serio, pero sin miedo a sus intimidaciones. Más
que bajarle a nuestras batallas en las calles, fábricas y campos contra el
capitalismo, más que detenerse en la
lucha por la emancipación de un pueblo ante las fuerza del mal hay que hacer
que la lucha de resistencia social y el proceso de autodefensa sean más
inteligentes y masivas. Más que intimidarnos, Gobernación establece un reto,
una provocación, que tenemos que superar con las fuerzas organizadas de la
población. Lo que sucede es que estos gobiernos en lugar de apagar el fuego que
empieza a llegarles a los aparejos, deciden echarle gasolina para que fuego se
extienda. A mí me gustan esas tonterías, porque ayudan a despertar al pueblo,
que, a pesar de las amenazas de
políticos, empresarios y medios de información, a partir de enero de 2014 se
organiza y las batallas se incrementarán.
Los profesores de la CNTE, los
electricistas del SME, los trabajadores de aviación, los zapatistas en su
aniversario 20 del levantamiento, los estudiantes de la UNAM, los normalistas, los
nuevos grupos guerrilleros que ahora salen a la luz pública diciéndole al
gobiernos lo que muchos pensamos, las poblaciones que aun cuando sean o no
infiltradas por diferentes intereses que también podrían tener fines de control
territorial aprenden que “solo el pueblo puede salvar al pueblo” harán más
fuertes sus protestas. Los integrantes de la Coordinadora (CNTE) realizarán del
14 al 16 de febrero en Oaxaca su Congreso Nacional que los llevará a definir
una estrategia de lucha y a generar nuevas formas de resistencia magisterial
así como el avance de la defensa de nuestros pueblos ya no se detendrá y su
ejemplo contaminara de rebeldía al resto del país que ahora vive sin esperanza
de un futuro digno para nuestras futuras generaciones.
La mano negra, desde uno de esos campamentos destrozados a los maestros
de la CNTE, desde uno de esos pueblos en lucha por expulsar a los criminales
que los tienen sometidos, desde las comunidades indígenas que se ven obligados
a sub-vivir en el más miserable abandono le pinta caracolitos al gobierno
gritando cada vez más fuerte Autonomía, democracia, justicia, educación, tierra
para los que la trabajan y que la lucha siga…
La mano Negra
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